Informe sobre el impacto de la caza en España - Biodiversidad y caza (Ecologistas en acción)

Según el diccionario de la RAE, el término biodiversidad se define como la “Variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente” (1).

En términos propios de las ciencias biológicas, la biodiversidad o diversidad biológica se define en relación con el número de organismos y especies distintas presentes en el planeta Tierra, mientras que la ecología (entendida como ciencia) considera además —en la definición del término— el complejo entramado de interacciones durables entre las especies y su ambiente inmediato o biotopo, es decir, el ecosistema en que los organismos viven.

El Convenio sobre la diversidad biológica del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) reconoce que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad", y “una parte integral del proceso de desarrollo”.

Para el Observatorio de la Biodiversidad en España (OSE) “la pérdida de diversidad biológica y sus componentes (genes, especies y ecosistemas) es, junto con el cambio climático y la desertificación, uno de los componentes principales del cambio global. La rápida disminución de la biodiversidad que está teniendo lugar en la actualidad es motivo de preocupación porque, además del valor intrínseco de la naturaleza, se pierden o deterioran los bienes y servicios que los ecosistemas proporcionan a la sociedad. Por tanto, la conservación de la biodiversidad constituye uno de los pilares del desarrollo sostenible ya que su pérdida pone en juego la capacidad de los ecosistemas para mantener a las generaciones futuras. De hecho, está demostrado que existe una correlación significativa entre la degradación de los ecosistemas, la pérdida de especies animales y vegetales, la globalización de los mercados y la pobreza.” (2).

La península ibérica en general y España en particular, funcionan como el mayor reservorio de biodiversidad de Europa, con un gran número de especies endémicas, dándose además la circunstancia de que el nuestro es uno de los países más vulnerables al cambio climático y sus efectos. En España se encuentra más del 80 % del total de especies de plantas vasculares europeas y más del 50 % de las especies de animales. Tenemos la mayor variedad de mamíferos y reptiles y ocupamos el tercer puesto en diversidad de anfibios y peces. Esta elevada biodiversidad queda reflejada en la gran extensión de territorio que forma parte de la Red Natura 2000, que ocupa en la actualidad el 30% de la superficie de España. La gestión de los espacios de esta red supone uno de los mayores retos de conservación de la naturaleza a los que nos enfrentamos en la actualidad, ya que va a requerir la actuación coordinada de diversas Administraciones públicas y la integración de las consideraciones ambientales en las políticas sectoriales (legislación, capacidad y condiciones de acceso a los fondos europeos, etc.) (2).

Siendo por tanto la biodiversidad un parámetro esencial cuya conservación resulta imprescindible para la supervivencia del género humano en unas condiciones de desarrollo mínimamente dignas, parece sobradamente justificado el identificar las causas principales de su pérdida paulatina.

Son múltiples los factores que conducen y han conducido, desde la aparición de nuestra especie, a la pérdida de biodiversidad y que de un modo u otro están directamente relacionadas (en su origen) con la intervención de la mano del hombre.

El doctor J.L. Tellería (*), en su artículo titulado “Pérdida de biodiversidad: causas y consecuencias de la desaparición de especies” (3), identifica cinco grupos de impactos de origen antrópico que se manifiestan como importantes amenazas para la supervivencia de las especies; a saber:

- Pérdida, degradación y fragmentación de los hábitats: expansión agrícola, actividades extractivas (deforestación, minería...), acuicultura industrial, desarrollo urbano, infraestructuras, erosión, fuegos.

- Sobreexplotación de especies silvestres: caza y recolección, explotación legal e ilegal por encima de la capacidad de reposición de las poblaciones.

- Contaminación: uso excesivo de pesticidas, efluentes mineros, industriales y urbanos, exceso de fertilizantes.

- Cambio climático: debido al vertido creciente de gases de efecto invernadero resultados de la actividad industrial y de la destrucción de los bosques.

- Especies invasoras: propagadas inadvertidamente por todo el planeta y que se convierten en competidoras, depredadoras o parásitas de las formas nativas.

- Factores intrínsecos de las especies: pobre dispersión, pobre reclutamiento, especialización.

La caza —tanto legal como ilegal— se considera, por tanto, como uno de los factores que pueden incidir negativamente sobre la biodiversidad al incrementar los procesos de sobreexplotación de las especies silvestres y favorecer la introducción de especies invasoras.

Por otra parte, debe considerarse que los mecanismos de gestión inherentes al modelo actual de caza, caracterizado por generar múltiples impactos (construcción de pistas, vallados cinegéticos y otras infraestructuras asociadas a los cotos de caza, incendios forestales…), intervienen directamente en la pérdida, degradación y fragmentación de los hábitats en los que se desarrolla la actividad cinegética.

Según este mismo autor y en el mismo artículo citado (3), “Somos la causa y posible solución de un problema que, lejos de tener una salida científica o técnica, deberá abordarse a través del cambio de los fundamentos sociales, económicos y filosóficos de nuestra propia existencia” (4).

(Notas):

(*) El Doctor José Luis Tellería es profesor titular del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

(1) Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición), Real Academia Española, 2001.

(2) MAGRAMA, 2007. Indicadores del Observatorio de la Biodiversidad en España (OSE), Revista Ambienta.

(3) Tellería J.L., 2013. Pérdida de Biodiversidad. Responsabilidad y soluciones. Pérdida de Biodiversidad: causas y consecuencias de la desaparición de especies.. 13 – 25. Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Editores: Muñoz B & Refoyo, P. Segunda Época. Tomo X.

(4) Callicot, J.B., Crowder, J.B. & Mumbord, K., 1999.Current normative concepts in conservation. Conservation Biology, 13: 22-35.

(Ecologistas en acción)

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